

Concilium 401
La providencia divina: más allá del paradigma de la omnipotencia
Carlos Mendoza-Álvarez, Daniel F. Pilario y Gusztáv Kovács (eds.)
Cuando el mundo que nos parecía seguro comienza a desmoronarse, es hora de revisitar la experiencia fundacional del misterio amoroso de lo real, como manantial místico y ético explorado por las religiones de la humanidad y el cristianismo en particular, para beber de esa fuente de vida, dignidad, sentido y esperanza.
Este número de Concilium dedicado a la providencia divina desea contribuir a la reflexión y al debate teológicos contemporáneos sobre esa presencia-ausencia amorosa que animó a Jesús de Nazaret y a su comunidad mesiánica a confiar en el amor incondicional del Abba «que hace salir su sol sobre buenos y malos, que hace llover sobre justos y pecadores» (Mt 5,45).
1. Tema monográfico:
Carlos Mendoza-Álvarez, Daniel F. Pilario y Gusztáv Kovács: Editorial
Perspectivas filosófico-teológicas
1.1. Paolo Gamberini: El pensamiento posteísta y la acción providencial del Absoluto
1.2. Emmanuel Falque: La improvidente providencia
1.3. Kurt Appel: Providencia divina, teodicea, libertad y la esencia del tiempo
Perspectivas bíblicas
1.4. Rosemary Francisca Neves Silva: Isaías 50,4-9: Sufrimiento y esclavitud de los exiliados en el exilio babilónico y de las mujeres negras en el Brasil colonial
1.5. Balázs Levente Martos: «Ni un solo cabello vuestro se perderá» (Lucas 21,18). La poética escatológica de Jesús y la fe en la providencia de Dios
Perspectivas sistemáticas
1.6. Kochurani Abraham: Al encuentro del Dios sin-hodal: La divina Providencia más allá de los espacios patriarcales
1.7. SimonMary Asese Aihiokhai: El Dios impotente: La divina Providencia en tiempos del poder global
1.8. Teresa Forcades: La providencia de Dios y las idolatrías contemporáneas
2. Foro Teológico:
2.1. Claudio Monge: El cosmos en un abrazo trinitario. Ideas germinales para el 1700 aniversario del Primer Concilio de Nicea (325-2025)
2.2. Silvia Martínez Cano: Danzar de nuevo con Dios Trinidad. Dialogando con Nicea
Paolo Gamberini: El pensamiento posteísta y la acción providencial del Absoluto
Lo que la teología cristiana necesita urgentemente es asumir críticamente el paradigma del llamado teísmo personal para iniciar un replanteamiento de la idea de providencia desde una perspectiva posteísta. Este «nuevo» paradigma permite comprender el Absoluto en relación esencial con la creación y replantear su acción providencial en términos de monismo «relativo». Dios ya no se considera un «actor» en el mundo y en la historia humana, sino «activo» en cada ser, como un poder otorgado a las criaturas para que puedan autodeterminarse. De ello se desprende que la acción creadora única y trascendental de Dios no necesita realizarse ulteriormente en acciones especiales y categoriales.
Emmanuel Falque: La improvidente providencia
Cum Deo – o El estar con Dios». Este artículo tratará de mostrar que es necesario abandonar la pareja formada por la Providencia como poder y la Improvidencia como debilidad o retirada. Ni la omnipotencia ni el timtsum son adecuados para la determinación cristiana de Dios. Y menos aún la vulnerabilidad que se invoca constantemente. Solo una providencia mínima determinará a un Dios en lo grande. Donde los demás solo están «al lado» de mi trauma en la soledad original, solo Dios se une a mí allí para «estar conmigo» —Emmanuel—. Lejos de negar el núcleo de la soledad, la habita cuando es «más íntimo a mí mismo que yo mismo» (Agustín). El poder de la Providencia no consiste en sacarme del estado en el que me encuentro, en una falsa concepción de olvido y arañamiento del pasado, sino en no dejarme allí solo. Esta es la metamorfosis que Dios produce en mí: el otro a mí mismo que recibe su nuevo nombre, la nueva identidad de un hombre totalmente transformado.
Kurt Appel: Providencia divina, teodicea, libertad y la esencia del tiempo
Este artículo muestra la importancia del pensamiento de la Providencia divina. Esta idea conduce, como muestra Leibniz, a un mundo suficientemente justificado en el amor de Dios. No se trata de una providencia mecanicista, sino de que la libertad humana responde siempre a la apertura infinita y al sentido asociado de la creatividad divina. Leibniz muestra así el contenido relacional de la Providencia divina, Kant el significado de la autonomía y Hegel el ser-con solidario, que abre los cuerpos en su vulnerabilidad unos hacia otros y los convierte en el lugar de la experiencia de Dios. En los tres pensadores, la idea de providencia ofrece un potencial de resistencia contra una devaluación nihilista del mundo. La conclusión del capítulo muestra que el tiempo a partir del cual el discurso de la Providencia divina puede tener sentido es el futuro perfecto.
Rosemary Francisca Neves Silva: Isaías 50,4-9: Sufrimiento y esclavitud de los exiliados en el exilio babilónico y de las mujeres negras en el Brasil colonial
El artículo pretende analizar el tercer cántico del Siervo de Yahvé como memoria de la esclavitud y la liberación, en el exilio babilónico. Hace hincapié en la figura del Siervo/esclavo que se presenta en Is 50,4-9. Para desarrollar el estudio, utilizamos el método histórico-crítico y la hermenéutica para una aproximación entre el siervo narrado en la perícopa y los dolores y sufrimientos experimentados por las mujeres negras en el Brasil colonial, destacando la esclavitud y la búsqueda de liberación, tanto de los exiliados en el exilio babilónico como de las mujeres negras y esclavizadas en el Brasil colonial.
Balázs Levente Martos: «Ni un solo cabello vuestro se perderá» (Lucas 21,18). La poética escatológica de Jesús y la fe en la providencia de Dios
En septiembre de 2022, en una galería de arte contemporáneo de Budapest, me cautivó la visión de un extraño artefacto. Dos platos de cerámica, formando un par de hojas de parra, uno al lado del otro, con frases cortas escritas en su superficie verdosa. A medida que me acercaba, las frases revelaban citas del evangelio de Lucas, capítulo 21. Eran dichos tranquilizadores de Jesús sobre la ayuda de Dios en tiempos muy difíciles, de hecho, en tiempos de penuria, guerra y sufrimiento. ¿Por qué esas hojas de uva, verdosas, pero también amarillas y marrones, como en época de vendimia, en algunos puntos también están rotas, como si ya estuvieran secas? Se trata de alusiones al tiempo final, a un tiempo en el que el fin estará cerca, en el que el mundo entero esperará la llegada de algo nuevo. Pero ¿qué hay de esas frases del Evangelio? ¿Cómo debo entender las frases de Jesús escritas en algo tan perecedero? ¿No es también nuestra fe, tan seca y moribunda, como esas hojas secas? ¿No somos nosotros, cristianos del siglo xxi, portadores de las promesas de Jesús y, sin embargo, no vivimos de ellas, como hojas caídas de los árboles, arrastradas por el viento, como decía Isaías (cf. Is 34,4; 64,5)?
Kochurani Abraham: Al encuentro del Dios sin-hodal: La Divina Providencia más allá de los espacios patriarcales
La presencia de Dios se eclipsa cuando las religiones que se originaron para mediar en lo divino se vuelven imperialistas, patriarcales y politizadas. La Iglesia no es inmune a esta corrupción que se ha generalizado en los espacios religiosos. Los escándalos asociados a la irrupción de los abusos sexuales del clero han llevado a distorsionar en gran medida la presencia divina en el marco eclesiástico. En este contexto, la teología feminista propone redescubrir lo divino como el Dios sin-hodal, que acompaña a los afligidos de forma encarnada según el modelo de Jesús-Sophia. La Iglesia está llamada a continuar esta misión profética y liberadora de Cristo.
SimonMary Asese Aihiokhai: El Dios impotente: La Divina Providencia en tiempos del poder global
Un giro ético hacia el don de la encarnación como Dios que se vacía de sí mismo para permitirse ser solidario con la creación nos permite ser solidarios con los que sufren en nuestro mundo. Así es como se experimenta la presencia de Dios. Volverse hacia un Dios impotente es una declaración ética de condena de la injusticia en el mundo de Dios. El Dios sufriente evoca en todos un sentimiento de empatía y solidaridad con todos los que sufren. Esta visión de un Dios sufriente, cuya impotencia define el modo en que Dios se hace presente en el mundo, debería ocupar el centro de nuestros discursos sobre lo divino.
Teresa Forcades: La Providencia de Dios y las idolatrías contemporáneas
En este breve artículo, me centro en desarrollar una noción de la divina Providencia que no anule la libertad personal y la contrapongo a lo que considero dos idolatrías contemporáneas en expansión: la absolutización de la causalidad/juicio en cuestiones morales y la absolutización de la agencia humana en la configuración de la experiencia humana. Argumento que Dios actúa en el mundo, en cada ser humano a través de su Espíritu, para que sea siempre posible para cada uno de nosotros llevar a cabo un acto de amor libre. En otras palabras, la capacidad que cada uno de nosotros tiene de amar procede del Espíritu Santo y nunca se anula, pase lo que pase. Por muy funestas que sean las circunstancias de cada uno, siempre hay un acto amoroso posible. Aunque la ley de causa y efecto moral parece reinar soberana en la espiritualidad contemporánea, no es el frío automatismo lo que gobierna el mundo y restablece su equilibrio: es la acción libre de un Dios amoroso. Reconocer que la agencia humana tiene límites y que no podemos moldearnos a nuestro gusto parece ser una condición previa para experimentar la acción providente de Dios.